Citando a Heráclito, mi filósofo Griego favorito, creación y proceso evolucionan en un espacio entre energías polarizantes. Cada cosa o elemento necesita su contraparte para existir. No se puede entender o definir la luz sin entender la oscuridad. El círculo se cierra armonizando la energía Yin con la energía Yang. Así mismo mis imágenes extraen su fuerza de fuentes complementarias. Cuando salgo al mundo a capturar imágenes fotográficas, es la energía Yang la que está presente; mi proceso pensante y la investigación que involucro en cada fotomontaje representa su contraparte, completando el todo.
Habiéndome graduado a nivel universitario en Historia del Arte y con un entrenamiento formal en dibujo, pintura y fotografía, enfrento la creación de mis fotografías desde ambas perspectivas, la del fotógrafo y la del pintor. En mi mente se forma primero una vaga idea para luego ser explorada con elementos pictóricos para arribar a la meta final, el fotomontaje.
El proceso creativo representa un viaje, un viaje hacia el mundo exterior por una parte y a mi mente y espíritu por la otra. El curso del descubrimiento me puede tomar a través de países, me puede volver a diferentes etapas de mi vida y aún a mi primera niñez. Símbolos, símbolos que se fueron creando a lo largo del sendero de mi vida retornan en forma de objetos, fragmentos de papel, colores o palabras para poblar mis imágenes. Eventos que me impresionaron o me intrigaron son retomados y explorados en nuevas formas. Puede ser que esa forma de ver, cuando miro a través de la cámara, revive esos pensamientos y sentimientos que nos vienen muy naturalmente cuando somos jóvenes. Es entonces cuando ese conjunto con el que estoy jugando, es una experiencia en si misma; una unidad fresca, nueva, vista por primera vez. En ese preciso momento nada importa, solo el proceso creativo por si mismo.
En Italia, durante el Renacimiento, el pensamiento de los clásicos Griegos y Romanos fue considerado como la alborada absoluta del conocimiento. Largamente olvidados durante la Edad Media, cuando el foco estaba puesto en la vida después de la muerte, los clásicos dignificaron el valor del Hombre y su contribución a una mejor vida terrenal. Pienso en la excitación y alegría que los Humanistas deben haber sentido al redescubrir los tesoros del pasado clásico. Mi imagen ”There was a joyous laughter when she entered the orb again”1 puede ser considerada como el momento en que la humanidad le vuelve la espalda la Edad Media y es iluminada por la luz del conocimiento. Este concepto es ponderado en la imagen “again the poet questions the wisdom we have lost in knowledge”2
Con una idea en mente, mis fotografías al igual que los fragmentos fotográficos de objetos son dispuestos en el “Cuarto oscuro digital”. Ellos se yuxtaponen con otros elementos visuales para tomar una nueva identidad; una nueva identidad reflejando un sueno, un recuerdo o un pensamiento que esta vivo y primordial en mi mente. Esas concepciones evolucionan dentro de un campo de polaridades, un campo de tensión donde una forma activa juega el mismo importante rol que el espacio pasivo que la rodea. Exploro fuerzas contrarias a través de realidad e ilusión, luz y sombra, profundidad pictórica y superficies planas, la interacción entre colores complementarios y opuestos, la pintura opuesta a la fotografía. Esas fuerzas antagónicas dramatizan la energía que emerge desde la imagen y se convierte en una experiencia mucho mas profunda.
Los títulos que elijo para mis fotografías son creados para agregar otra dimensión a la expresión artística total. Ellos a menudo ofrecen una insinuación sobre la historia que yace latente en mis obras. Yo invito a Usted, el espectador, a involucrarse en un diálogo con mis fotografías, a viajar este viaje y a encontrar su propia experiencia personal a lo largo del camino.
1. Hubo una risa alegre cuando ella entró nuevamente en la órbita
2. Nuevamente el poeta cuestiona la sabiduría que hemos perdido con el conocimiento